FUTURO DICTADOR
“Caminante no hay camino, se hace camino al
andar”
Antonio Machado
El pregonereño Venancio Morales, en 1899 con tan solo 14
años de edad, formó parte de las tropas de la “Revolución Liberal Restauradora”,
movimiento revolucionario originado en la frontera con el Táchira en la madrugada
del 23 de mayo de 1899, comandado por el General Cipriano Castro.
En 1968 el mismo Venancio Morales, ya anciano, relató el
paso de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez por La Playa y El Volcán, cuando
se detuvieron las tropas en la hacienda del español Vicente Mora Moreno para el
pase de lista y refrigerio, momentos previos a la Batalla de Tovar de agosto de
1899. El relato completo lo presenta detalladamente Leonardo Mora Arias en su
libro Camonina[1].
A continuación sólo un resumen de lo más significativo.
Montados sobre sus caballos, Castro y Gómez observaban el
amplio horizonte que se deja ver desde la hacienda “El Volcán”, en lo que hoy
día conocemos como la curva de Sogamoso. De pie, al lado de los generales
estaba Vicente Mora Moreno, el propietario, quien les explicaba la geografía de
la zona.
La conversación la había iniciado Vicente Mora, en calidad
de anfitrión, pero éste fue interrumpido por Castro, quien se interesó por
saber el origen de aquel diligente hombre. Vicente Mora era oriundo de España,
había llegado a América huyendo de la guerra carlista y tenía como firme
propósito poner a producir aquellas tierras, cuestión que estaba logrando.
Gómez toma la palabra y pregunta a Vicente sobre el nombre
del lugar en el que se encontraban, tal vez le causó curiosidad los toponímicos
de “La Playa” y “El Volcán”. Vicente Mora no se queda callado y explica a los
dos visitantes la historia del terremoto de 1610, el desplazamiento del cerro,
la laguna que se formó y luego el sitio por donde reventó. Seguramente quedaron
impresionados aquellos dos, lo cierto fue que, gracias a ese terremoto, ellos
podían tener una vista prodigiosa sobre todo el Valle del Mocotíes, en ambas
direcciones norte-sur.
Al final de la conversa no pudo faltar el café servido en
pocillos de peltre. El pase de lista había sido concluido. En aquellas tropas,
tal vez al lado de Venancio Moreno de 14 años, se encontraba Eleazar López
Contreras, con 15 años, futuro presidente de los Estados Unidos de Venezuela,
sucesor del General Gómez en la silla caraqueña. Y en todas estas andanzas,
otro personaje de gran valor, el Dr. Gerónimo Maldonado Morales, estaría en sus
oficios propios como Director de las fuerzas en Bailadores, Secretario General
del Jefe de Operaciones de Mérida y Jefe del Estado Mayor del Ejército
revolucionario.
La Playa había sido testigo del paso de prominentes hombres y
de Gómez, que con armas y con razones o sin ellas, gobernaría la nación al mejor
estilo de un hacendado andino. Años más tarde, en visita de Desiderio Mora, el
hijo de Vicente, al General Gómez, el benemérito recordó su paso por La Playa y
no dudó en calificar aquel Valle como uno de los más hermosos de Venezuela.
Viva Gómez
P.A
García
[1] Mora, Leonardo. (2005). Camonina,
Un modelo de desarrollo endógeno,
Ediciones del Ministerio de la Cultura, Caracas, Venezuela, p.p. 255-257.
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