LUZ
MORA
El
fallecido Leonardo Mora Arias, escritor playense, relató con destreza en su
libro Camonina la historia de la “Planta Hidroeléctrica El Volcán”, mejor
conocida como la “Luz Mora”, que durante décadas surtió del servicio eléctrico
a La Playa y varias poblaciones del Valle del Mocotíes. En dicho relato se
demuestra cómo el ingenio y sabiduría de don Desiderio Mora Mora, logró
convertir una idea en una empresa real y sustentable.
Sobre
don Desiderio
Mora Mora, escribe el Lic.
Nilson Guerra Zambrano que nació el 1 de marzo de 1875, en la ciudad
tachirense de Rubio en el matrimonio de don Desiderio Mora Moreno y María de
los Santos Mora Sánchez. Recibió las aguas del bautismo por el padre Justo
Pastor Arias Lobo, sus padrinos fueron Job Silva y María Dolores Chávez.
Durante su vida se destacó como productor del campo y empresario del sector
eléctrico. En Santa Cruz de Mora contrajo matrimonio con Felicia Márquez
Rodríguez, hija de Vicente Márquez y Gabriela Rodríguez, el catorce de octubre
de 1903, apadrinados por Calógero Paparoni, comerciante italiano. Para 1932
inició su emprendimiento en el sector hidroeléctrico e instaló en la hacienda El Volcán una planta, con maquinaria
alemana, que abasteció de energía a La Playa, Bailadores, Tovar y Santa Cruz de
Mora, a partir de 1934.
Sin
embargo, no todo fueron glorias en la vida de don Desiderio. Se le reconoce que
hizo mucho por La Playa, pero, sin restarle valor al trabajo emprendido durante
toda su vida, existe una página gris, por no decir que negra, en la vida de
este hombre. A continuación les copio el relato del incidente laboral ocurrido
en la Planta Hidroeléctrica en el año 1963.
En
libro inédito sobre la vida y obra del padre Pedro Antonio Moreno Uzcátegui,
intitulado “Monseñor Quijote”, se relata un episodio en la vida de este
sacerdote, mientras fungía como Párroco de Nuestra Señora de Fátima, en El
Llano de Tovar. El texto dice así:
El Padre Pedro Moreno procuró en su
estadía, el llevar la nueva doctrina de la Iglesia en lo que respecta a la
igualdad y la justicia social.
Fustigó fuertemente a los explotadores de
los obreros y le valió por ello el título de “cura revolucionario”.
Como ejemplo de sus reclamos a los
patronos, se tiene el realizado a favor de un trabajador, que por veintiún años
laboró en la planta eléctrica de una Aldea llamada La Playa, se enfermó y hubo
de ser trasladado a la capital merideña, y su patrono no se preocupaba de su
fiel trabajador. Hombre que se dedicó tanto de día como en guardias nocturnas,
a cumplir con su tarea, teniendo además, la responsabilidad de una familia
compuesta por la esposa y doce hijos.
Viendo el Padre Moreno, que no se hacía
justicia con el Señor Vicente Mora (como se llamaba el obrero), al negársele el
pago de sus prestaciones sociales, no tener ningún tipo de ayuda de su patrón y
ver que la esposa del Señor Vicente, tenía que trabajar forzadamente y pedir a
sus vecinos ayuda, le indicó a la familia a través de los medios de
comunicación que manejaba, el solicitar formalmente ante los organismos
oficiales, el cumplimiento de la Ley del Trabajo. (Denuncia realizada ante la
Inspectoría del Trabajo el 6 de Abril de 1963).
Antes
de dar crédito al relato anteriormente descrito, pregunté en La Playa si fue
conocido dicho acontecimiento, y la respuesta es afirmativa. Eso sucedió en
nuestro pueblo. Tal vez sería inapropiado calcar a don Desiderio el apelativo de
explotador de obreros, pero, por lo
visto, el apelativo que sí se ganó fue el de patrono negligente, esto sin conocer el desenlace de la situación.
Quién sabe si alguien en La Playa recuerde cómo terminó el cuento.
El
geógrafo José Herrera nos cuenta su interesante testimonio sobre Vicente Mora:
A Vicente Mora lo conocí personalmente. Era
un hombre trabajador, humilde, respetuoso, de poco hablar, porque se lo vivía
inmerso en su trabajo, en un sitio recóndito de La Playa que casi nadie conoce.
Esto estaba en un camino que se hizo a través del talud, del zanjón o del cañón
que dejó el río Zarzales cuando se reventó la gran laguna formada como
consecuencia del terremoto de 1610. Ellos colocaron la turbina de la planta
hidroeléctrica abajo, en un desnivel muy importante, y ahí hicieron una especie
de galpón de bloque con techo de zinc, amplio, donde colocaron esa turbina y
ahí llegaba el agua y se producía la hidroelectricidad de La Playa, Bailadores
y Tovar.
Vicente Mora era admirado por nosotros como
un técnico, porque él sabía del mantenimiento de la planta, tanto de la turbina
como de la generación de electricidad que salía para alimentar los tres pueblos
que nombré anteriormente. El señor Vicente dedicó toda una vida a esa planta y
tuvo muchos hijos, de los cuales el mayor de ellos fue muy amigo mío, Edesio
Mora.
Don Vicente Mora era dedicado de lleno a
ese trabajo. Él apenas, que yo recuerde, salía de allá una vez o dos veces al
año. Salía y tomaba una escopeta con una mochila y se iba por el Rincón para subir
a la parte alta del páramo que está del Rincón hacia arriba. Se internaba en
solitario, para la cacería, así como vivía solitario en esa planta
hidroeléctrica oyendo un ruido penetrante, muy extraño, que producía esa
turbina y él estaba constantemente allá, fijo, al lado de una gran pomarrosa.
Él trabajó ahí durante toda su vida. Su familia era muy humilde. Muchos hijos.
Doña Carmen, su esposa.
P.A
García
El cuento está mal contado porque mi abuelo Desiderio no nació en 1875 y su esposa, mi abuela, se llamó Ana Isabel Arias.
ResponderEliminarSi me extrañaba los nombres de mis abuelos escritos en ese relato. Gracias por su observación.
EliminarDesiderio Mora Moreno se casó con Santos Moreno en Rubio. Desiderio Mora Mora se casó con Felicia Márquez es Santa Cruz de Mora. Desiderio Mora Márquez se casó con Ana Isabel Arias Dugarte vivieron en La Playa. Desiderio Mora Arias es el último de quien tengo datos.
EliminarCon gusto corregimos la información si es tan amable de compartir los datos correctos.
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