EL SEMINARISTA
FRANCISCO DE MIRANDA
Sobre la persona de
Francisco de Miranda hay mucho que decir. En la Historia de Venezuela es
reconocido como “Precursor de la
Independencia”, pero, como expresa Tomás Polanco Alcántara, “no fue el Precursor sino el Iniciador de la
Independencia”, es por ello que este personaje encierra un gran misterio,
no porque su vida haya sido oculta, sino porque muy pocos saben de él lo
suficiente como para honrarlo junto a Bolívar, o incluso más. Honor a quien
honor merece.
Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez, nació en Caracas
el 28 de marzo de 1750, (33 años antes
que Bolívar), sus padres fueron Don Sebastián de Miranda y Doña Francisca
Rodríguez, ambos procedentes de las Islas Canarias. Se puede afirmar que el
joven Sebastián Francisco recibió una esmerada educación, sus principales
tutores fueron, entre otros tantos, el Dr. Domingo Velázquez, el Dr. Francisco
José de Urbina, el Dr. Gabriel Lindo, todos ellos profesores de prestigio en la
Caracas de mediados del siglo XVIII.
¿Fue Miranda Seminarista?
Pero, hay un dato que es interesante traer a la luz. Sobre
la educación de Francisco de Miranda se sabe que cursó “Artes” en la
Universidad de Caracas, y con ello materias como Lógica, Física y Metafísica,
además de Filosofía, Gramática y Catecismo, las dos últimas las inició en 1762,
cuando contaba con 12 años de edad. Las noticias más remotas sobre la educación
de Miranda expresan que el joven, llegando casi a los 21 años de edad cursó
estudios en las Aulas del Real Seminario
y Colegio, donde había dado bastantes
muestras de aplicación, esmero, idoneidad, celo, eficacia, aptitud, genio y
buena conducta. Quienes observaron a Francisco de Miranda en su tiempo
formativo en el Seminario lo catalogan como un joven con destrezas y honor,
afirmando que no ha dado mala nota ni
escándalo de su persona y que ha vivido cristianamente y frecuentando los
Santos Sacramentos.
Miranda, según las descripciones de la época, siendo muy
joven demostró ser ante la sociedad caraqueña, un hombre tranquilo, aplicado y disciplinado, en plena armonía con sus padres y
con la gente de su entorno, cumplidor puntual de sus deberes cívicos escolares
y religiosos. Estas características panegíricas de Miranda en nada son
parecidas a las de la infancia del joven rebelde Bolívar, pues, como es lógico
analizar, el primero creció en una familia bien estructurada, con madre y padre
presentes en todo momento, el segundo, por las circunstancias de la vida quedó
huérfano a corta edad, lo que significó un desequilibrio familiar que influyó
en su educación. No por esto se está desacreditando a Bolívar, sólo se quiere poner
en su lugar a Miranda, ya que cada uno brilla con luz propia sin apagar la de
los demás.
Lo que da razón a creer que Francisco de Miranda haya sido
seminarista es la afirmación de este acontecimiento por parte de sus profesores
sacerdotes, ya que, como sucedía en aquella época, la Universidad y el
Seminario funcionaban en el mismo edificio, sin embargo, resulta muy razonable
pensar que un joven, de veinte años, que
llevaba una vida disciplinada, cumplía sus deberes religiosos, frecuentaba los
sacramentos, no daba escándalos ni ofrecía a la colectividad notas negativas de
su conducta y con evidente seriedad en sus estudios de asistente diario al
Seminario, presentaba todas las características no de un universitario sino de
un seminarista. La formación eclesiástica de Miranda duró hasta 1770, (posiblemente cursó en el Seminario sólo
tres años), cuando decidió no seguir en el Seminario de Caracas y partir
para España, al servicio de Su Majestad.
Como bien se sabe, Miranda en su llegada a España reforzó su
carrera militar, sirviendo para el Reino durante muchos años, tiempo suficiente
para formarse de manera autodidacta, pues se conoce cómo adquirió libros por
montón, los cuales leía apasionadamente y acostumbraba llevar consigo en sus
viajes; la lectura fue hábito laudable en él.
Ahora bien, la historia de la Independencia de Venezuela
pudo haber tenido sus orígenes en la educación recibida por Miranda en el
Seminario, esta cuestión, por ahora, no se niega ni se afirma, sólo se deja la
interrogante, ojala y surja alguien que nos aclare el punto. Lo que si es
cierto es que Don Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez, con su llegada a
Venezuela en el “El Leander”, dividió en dos la historia de nuestro país, pues
trajo consigo una filosofía diferente, la creación
de un nuevo Estado soberano y por tanto, independiente y libre y que, en
adelante, no formaría parte del Imperio Español.
De
la historia independentista
Miranda
es iniciador
Bolívar
con su estrategia
Se
forja Libertador
Dos
hombres y un pensamiento
En
alegría y dolor
Por
eso en igual portento
A
los dos el justo honor
P.A
García
Referencias Bibliográficas:
Tomás Polanco Alcántara. (1996).
Francisco de Miranda ¿Don Juan o Don Quijote? Academia Nacional de la Historia.
Caracas Venezuela. (pp. 23-41).
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