martes, 28 de noviembre de 2017

¿Los ideales libertarios de América se forjaron en un Seminario?

EL SEMINARISTA 

FRANCISCO DE MIRANDA


         Sobre la persona de Francisco de Miranda hay mucho que decir. En la Historia de Venezuela es reconocido como “Precursor de la Independencia”, pero, como expresa Tomás Polanco Alcántara, “no fue el Precursor sino el Iniciador de la Independencia”, es por ello que este personaje encierra un gran misterio, no porque su vida haya sido oculta, sino porque muy pocos saben de él lo suficiente como para honrarlo junto a Bolívar, o incluso más. Honor a quien honor merece.

         Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez, nació en Caracas el 28 de marzo de 1750, (33 años antes que Bolívar), sus padres fueron Don Sebastián de Miranda y Doña Francisca Rodríguez, ambos procedentes de las Islas Canarias. Se puede afirmar que el joven Sebastián Francisco recibió una esmerada educación, sus principales tutores fueron, entre otros tantos, el Dr. Domingo Velázquez, el Dr. Francisco José de Urbina, el Dr. Gabriel Lindo, todos ellos profesores de prestigio en la Caracas de mediados del siglo XVIII.

         ¿Fue Miranda Seminarista?

         Pero, hay un dato que es interesante traer a la luz. Sobre la educación de Francisco de Miranda se sabe que cursó “Artes” en la Universidad de Caracas, y con ello materias como Lógica, Física y Metafísica, además de Filosofía, Gramática y Catecismo, las dos últimas las inició en 1762, cuando contaba con 12 años de edad. Las noticias más remotas sobre la educación de Miranda expresan que el joven, llegando casi a los 21 años de edad cursó estudios en las Aulas del Real Seminario y Colegio, donde había dado bastantes muestras de aplicación, esmero, idoneidad, celo, eficacia, aptitud, genio y buena conducta. Quienes observaron a Francisco de Miranda en su tiempo formativo en el Seminario lo catalogan como un joven con destrezas y honor, afirmando que no ha dado mala nota ni escándalo de su persona y que ha vivido cristianamente y frecuentando los Santos Sacramentos.

         Miranda, según las descripciones de la época, siendo muy joven demostró ser ante la sociedad caraqueña, un hombre tranquilo, aplicado y disciplinado, en plena armonía con sus padres y con la gente de su entorno, cumplidor puntual de sus deberes cívicos escolares y religiosos. Estas características panegíricas de Miranda en nada son parecidas a las de la infancia del joven rebelde Bolívar, pues, como es lógico analizar, el primero creció en una familia bien estructurada, con madre y padre presentes en todo momento, el segundo, por las circunstancias de la vida quedó huérfano a corta edad, lo que significó un desequilibrio familiar que influyó en su educación. No por esto se está desacreditando a Bolívar, sólo se quiere poner en su lugar a Miranda, ya que cada uno brilla con luz propia sin apagar la de los demás.

         Lo que da razón a creer que Francisco de Miranda haya sido seminarista es la afirmación de este acontecimiento por parte de sus profesores sacerdotes, ya que, como sucedía en aquella época, la Universidad y el Seminario funcionaban en el mismo edificio, sin embargo, resulta muy razonable pensar que un joven, de veinte años, que llevaba una vida disciplinada, cumplía sus deberes religiosos, frecuentaba los sacramentos, no daba escándalos ni ofrecía a la colectividad notas negativas de su conducta y con evidente seriedad en sus estudios de asistente diario al Seminario, presentaba todas las características no de un universitario sino de un seminarista. La formación eclesiástica de Miranda duró hasta 1770, (posiblemente cursó en el Seminario sólo tres años), cuando decidió no seguir en el Seminario de Caracas y partir para España, al servicio de Su Majestad.

         Como bien se sabe, Miranda en su llegada a España reforzó su carrera militar, sirviendo para el Reino durante muchos años, tiempo suficiente para formarse de manera autodidacta, pues se conoce cómo adquirió libros por montón, los cuales leía apasionadamente y acostumbraba llevar consigo en sus viajes; la lectura fue hábito laudable en él.

         Ahora bien, la historia de la Independencia de Venezuela pudo haber tenido sus orígenes en la educación recibida por Miranda en el Seminario, esta cuestión, por ahora, no se niega ni se afirma, sólo se deja la interrogante, ojala y surja alguien que nos aclare el punto. Lo que si es cierto es que Don Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez, con su llegada a Venezuela en el “El Leander”, dividió en dos la historia de nuestro país, pues trajo consigo una filosofía diferente, la creación de un nuevo Estado soberano y por tanto, independiente y libre y que, en adelante, no formaría parte del Imperio Español.

De la historia independentista
Miranda es iniciador
Bolívar con su estrategia
Se forja Libertador
Dos hombres y un pensamiento
En alegría y dolor
Por eso en igual portento
A los dos el justo honor

P.A
García

Referencias Bibliográficas:
Tomás Polanco Alcántara. (1996). Francisco de Miranda ¿Don Juan o Don Quijote? Academia Nacional de la Historia. Caracas Venezuela. (pp. 23-41).


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