JEREMÍAS
· Autor
o autores
Sobre la
autoría del libro en estudio, las fuentes coinciden que la misma corresponde en
primera instancia al mismo Jeremías. Sin embargo, la mayoría converge en, que
al parecer Baruc estuvo implicado en la redacción de dicha obra. Más adelante,
se tratará de aclarar tan insignificante controversia.
Para
reconocer, al menos, el título del libro, cabe decir que Jeremías (Yahweh
levanta o establece), fue un profeta hebreo que vivió en la segunda mitad del
siglo VII a. C, y primeros años del siguiente. Nació en Anatot, población
ubicada a unos 4.5 km de Jerusalén, perteneciente a la tribu de Benjamín.
Según refiere la
historia; Jeremías, a pesar de haber alegado ser muy joven, para obedecer al
mandato divino, se vio obligado a convertirse en profeta, no solo por sus
compatriotas, sino también para los paganos. En su ministerio, por razones
políticas y religiosas, va a la cárcel varias veces, aunque por gracia de Dios,
nunca pasó a mayores. Fue un profeta incomprendido y perseguido. Frente a los
desaciertos de su misión, intenta desistir de ella, pero ésta es tan fuerte,
como fuego ardiente; aunque intenta apagarlo, no puede. Se le conoce como el
varón de dolores por excelencia.
Teniendo una breve idea de quien fue
Jeremías, se puede decir que, él mismo […] dictó lo que hoy se conoce como los
primeros 36 capítulos. Aunque la primera persona -yo- es referida a Yahvé.
Siendo las reflexiones personales de Jeremías unas afirmaciones y oráculos
divinos, en especial cuando el profeta vocea su angustia y su decepción (4,
19-21: 5,3-5; 18-23).
Ahora bien, la segunda fuente o autor reconocida con la letra B, se atañe a Baruc el cual proporciona
casi un cuarto del contenido del libro (26-29 y 34-35). Ocupándose del último o
de los dos últimos años del ministerio de Jeremías, obviando el orden
cronológico de su vida, aunque se incluya datos de fecha. Distinguiéndose del
mismo, conserva el estilo y vocabulario como si fuese el secretario o ayudante
de Jeremías.
En consecuencia, para comienzos del
siglo XX, Duhm llevó a cabo un exhaustivo estudio que dio por resultado que
Jeremías solo había escrito una pequeña parte de los textos poéticos. Aunque el
exegeta Mowinckel (1884-1965), llegó a distinguir en 1914 cuatro tipos de
textos en la composición del libro de Jeremías que denominó simplemente con la
fuente A (contiene los oráculos en
verso), B (son textos narrativos
sobre el profeta), C (discursos en
prosa de estilo deuteronomista, puestos en boca del profeta) y D
(son los oráculos contra las naciones y los oráculos de salvación). Siendo particular la consideración de
hoy en día sobre algunos versos de la fuente D en relación con la fuente A
que parecen ser auténticos en su núcleo.
· Tiempo
de composición
Como antecedentes de lo que fue la obra
escrita de Jeremías, es necesario señalar lo siguiente: Es una época de cambios
importantes en la esfera internacional, dramática y trágica para los judíos.
Para entonces, Asiria declina rápidamente, se desmorona y cede ante el ataque
combinado de medos y persas. Mientras tanto, en Judá comienza el juego de
sumisión y rebelión que acabará trágicamente. Desde entonces, Judá deja de
existir como nación soberana. Ahora bien, conocido el contexto histórico en el
que se desarrolla el ministerio del profeta Jeremías, se pudiera; quizás,
precisar la fecha de composición.
Las dos colecciones más antiguas de la
predicación de Jeremías fueron dictadas por el profeta mismo a su secretario
Baruc, las cuales consistían en una serie de amenazas contra Judá y todas las
naciones, junto con las confesiones del profeta como diario privado, y algunos
sermones deuteronómicos y datos biográficos. Esta primera colección sería luego
incrementada para incluir datos hasta el fin del año 11 de Sedecías, hasta la
deportación de Jerusalén, el mes cinco o hasta julio del 587 o hasta 39,3 del
libro. Los capítulos 40-45 fueron con el tiempo ampliados, siendo llamados con
los años Palabras de Jeremías Palabras del Señor a Jeremías. Además,
el mismo Baruc admite que él añadió muchas cosas al libro de Jeremías,
posiblemente algunas de las confesiones que existen en el diario privado del
profeta, algunos sermones deuteronómicos y algunas artes de biografía añadida.
· Género
literario
Hay que comenzar precisando, que el
libro no posee un orden lógico, y además los datos son innumerables. No
obstante, contiene muchos conceptos repetidos. Se redactó en hebreo sencillo, pero
digno. Su género es poético. En las denominada confesiones de Jeremías, se
palpa con mucha claridad un patos tan
impresionante, lo cual denota el anhelo de una vida llena de paz, aunque con
luchas psicológicas a la vez, en la realidad existencial del profeta.
En tal sentido, apoyados en Barnabas,
se tiene que, el redactor de este libro llamado […] (que contiene la
recopilación de Jeremías y sus narraciones), se basó en tres fuentes
principales: poemas, discursos en prosa y confesiones del mismo Jeremías.
Además de la prosa biográfica sobre Jeremías que fue probablemente escrita por
Baruc, y los Sermones deuteronómicos.
Notándose que los poemas son una muestra de su desesperación por las
discusiones que tenía con Yahvé, que anotaba en su diario. Y en cuanto a sus
composiciones en prosa donde presenta en la fuente A una mensaje en forma de visiones (1,10-19; 13,1-14) o de acciones
simbólicas (27, 1-22; 32,1-44).
“El estilo de la poesía se distingue por la riqueza imaginativa y la intensidad
emotiva. La prosa narrativa siguiendo la gran tradición israelita de brevedad,
inmediatez e intensidad, es de lo mejor que leemos en al A. Testamento,
haciendo de la obra una de las más asequibles para el lector de hoy”.
· División
del libro
Revisando
las diversas fuentes, hallamos un cúmulo significante de formas y maneras en
que se ha tratado de dividir el libro de Jeremías. Sin embargo, existe una
coincidencia en decir, que la auténtica división, señala cinco partes, una
introducción y dos apéndices. Por tanto, se ha querido reflejar en esta
ocasión, dos posibles divisiones del texto sagrado.
A
El orden
textual del libro es complejo, partiendo que el texto griego de los LXX es más
breve (una octava parte menor que el texto masorético) por faltarle secciones
enteras como el 33, 14-26; 39,4-13, o porque muchas de sus frases son muy
breves. Llegándose a pensar que la tradición conservó durante mucho tiempo dos
formas diferentes del libro de Jeremías, donde se supone que la obra se ha
visto sometida a redacciones sucesivas y que han intervenido diferentes manos
en su compilación.
Pudiendo dividir el libro desde la vida y actividad profética de Jeremías, y la
visión sintética del libro.
o
Vida y
actividad profética de Jeremías:
- 627/626 Vocación (1,4-10)
- 627-609 Predicación
a Israel (3,6-13)
- 609 Oráculo
sobre Joacaz (22, 10-12)
- 609/608 Discurso
del templo (7,1-15; c.26)
- 605 Oráculo
contra Egipto (46, 2-12)
Discurso sobre la conversión (25, 1-11)
Redacción y lectura del volumen (c. 36)
Palabras a Baruc (c. 45)
- 598 Palabras
sobre Jeconías (22,24-30)
Los dos cestos de hijos (c.24)
Carta a los desterrados (c.29)
Oráculo contra Elam (49,34-39)
- 594/593 Contra
la rebelión (c. 27-28)
Maldición de Babilonia (51,59-64)
- 587/586 Durante
el asedio (21,1-10; 34; 37-39)
Preso
en el atrio (32-33; 39,15-18)
- 586 Después
de la caída de Jerusalén (c. 39-44)
o
La visión
sintética del libro
o
I.
Vocación del
profeta (1,4-19)
II.
Oráculos
dirigidos al pueblo de Dios (2,1-25,14)
a.
Pleito de
Dios y conversión (2,1-4,4)
b.
La guerra
a sus causas (4,5-6,30)
c.
Corrupción
religiosa y ética (7,1-10,25)
d.
Discurso
sobre la alianza y denuncia (11,1-17)
e.
Jeremías
perseguido por sus paisanos y Dios perseguido por su pueblo (11,18-12,17)
f.
El
cinturón de lino y otros oráculos (13)
g.
La sequía
(14,1-15,9)
h.
Crisis de
Jeremías y mandatos de Dios (15,10-16,20)
i.
Falsas
confianzas (17,1-13)
j.
Tercera
confesión de Jeremías (17,14-18)
k.
Discurso
sobre el sábado (17,19-27)
l.
Visita al
alfarero (18,1-17)
m. Cuarta confesión (18,18-23)
n.
La jarra
de loza; discurso y consecuencias (19,1-20,6)
o.
Quinta
confesión (20,7-18)
p.
Oráculos
a Sedecías, al pueblo y a la casa real (21,1-23,8)
q.
Sobre los
falsos profetas (23,9-40)
r.
Las dos
cestas de higos (24)
s.
Nabucodonosor,
verdugo de Dios (25,1-14)
III.
Oráculos
contra las naciones extrajeras
a.
Introducción
(25,15-38)
b.
Contra
Egipto (46,1-28)
c.
Contra
Filistea (47)
d.
Contra
Moab (48)
e.
Contra
Amón (48)
f.
Contra
Edom (49,7-22)
g.
Contra
Damasco (49,23-27)
h.
Contra
Cadar y reinos de Jazor (49,28-33)
i.
Contra
Elam (49,34-39)
j.
Contra
Babilonia (50-51)
IV.
Sección
narrativa (con oráculos de salvación)
a.
Discurso
del templo (26)
b.
El yugo
de Babilonia (27)
c.
Conflictos
con los falsos profetas (28-29)
d.
La
esperanza del futuro (30-33)
e.
Oráculo a
Sedecías (34,1-7)
f.
Manumisión
de esclavos (34,8-22)
g.
Visita a
los recabitas (35)
h.
Redacción
y lectura del volumen (36)
i.
Desde la
rebelión hasta la caída de Jerusalén (37-39)
j.
Desde la
caída de Jerusalén en adelante (40-44)
k.
Palabras
de Baruc (45)
V.
Apéndice
histórico (c. 52)
I. Vaticinios contra
Judá, 2-29.
-Corrupción general: predicción del
castigo, 2-6
-Contra el fetichismo del templo y el
formalismo religioso, 7-10. Dios no perdonará más al pueblo que infringe la
Alianza, 11-17. Simbolismo del alfarero y la jarra rota. Dolores de Jeremías,
18-20.
-Invectivas contra la corte, los
dirigentes políticos y religiosos, especialmente contra los falsos profetas,
21-23. Simbolismo de los doce cestos de higos, 24.
-Predicción de la Cautividad de setenta años y oráculos contra las naciones,
25. Discurso en el templo. Peligro corrido por Jeremías, 26,1-19.24. Muerte a
espada del profeta Urías, 26,20-23. Jeremías y los falsos profetas (Ananías),
27-28. Carta del profeta a los exiliados y protestas de los falsos profetas,
29.
II. La era mesiánica, 30-33.
-E l retorno de Israel restaurado, 30,-31,30.
La nueva alianza, 31,34-40. La compre simbólica del campo, 32. Israel en la paz
mesiánica, 33.
III. Vaticinios durante el asedio de
Jerusalén, 34,1-40,6. Contra la injusticia del recobramiento de esclavos, 34.
Ejemplo de la fidelidad de los rekabitas, 35. El rollo quemado por Joaquim, 36.
Prisión de jeremías. Sus coloquios con el Rey, 37-38. Toma de Jerusalén.
Liberación de Jeremías, 39,1-40,6.
IV. Vaticinios después de la toma de Jerusalén,
40,7-44,30. Godolías, nombrado gobernador por los babilonios, es asesinado,
40,7-41,18. Los supervivientes se refugian en Egipto con Jeremías, 42,1-43,7.
Jeremías predice la suerte de los re3fugiados y de Egipto, 43,8-44,30.
V.
Vaticinios sobre las naciones, 46-51. Muchos eruditos, especialmente católicos,
han supuesto una doble circulación del libro con una importante variante
referente a la colocación de los vaticinios sobre las naciones. Motivan la
hipótesis las diferencias de orden que se observan en el texto masorético y la
versión griega. El primero enuncia la actividad profética de Jeremías sobre las
naciones en el capítulo 25, pero, en realidad, contiene los vaticinios
correspondientes en los capítulos 46-51; la segunda, en cambio, reproduce
dichos vaticinios en los capítulos 25-31.
· Historicidad
y canonicidad
Sobre el valor histórico del libro hay
confirmaciones altamente significativas e inesperadas. El drama del fin del
reino de Judá revive en los oráculos y en la historia de Jeremías mejor que en
cualquier otro escrito.
El libro de Jeremías encuentra
confirmación en los relatos bíblicos 2 Reyes y 2 Crónicas. Y en documentos
extra bíblicos que han sido descubiertos con el tiempo, como los Papiros Elefant, las Cartas de Lakis, entre otros. Ahora
bien, para su carácter de libro sagrado, se recuerda el testimonio de los
Padres, el magisterio continuo de la Iglesia y el uso que se percibe de él en
el Antiguo y Nuevo Testamento.
· Principales
líneas teológicas
Se le considera defensor acérrimo del
más puro monoteísmo-yahvismo. Además, sintiéndose auténtico profeta de Dios,
cumple su misión profética al denunciar la rebeldía natural, a los falsos
profetas, el mal comportamiento de los reyes de Judá y las clases dirigentes,
siendo su discurso o predica una carga de desolación y destierro que marca un
camino hacia la restauración religioso-nacional. Llegando a tocar desde su
visión el campo del universalismo, señalando la destrucción de Israel anti
Yahvista, los grandes imperios y de los reinos vecinos.
Del libro de Jeremías se pueden entresacar
con cierta facilidad todos los atributos divinos […], y la enseñanza común a
toda la Biblia hebrea. Por ejemplo, son
determinantes las aseveraciones del autor acerca de la justicia, la
misericordia, benignidad, amor, oración, etc.
“Jeremías es un profeta que vive en su
propia carne el drama de una fidelidad absoluta a Dios y una absoluta
solidaridad con el pueblo rebelde y desertor a quien, fiel a su vocación
profética, tiene que anunciar la catástrofe a la que llevan sus pecados. Su
fidelidad y continuo contacto con Dios, sellados por el sufrimiento, llevará a
la conciencia del pueblo la necesidad de un nuevo tipo de relación con el
Señor, más íntima y personal…Esta relación de obediencia es el culto que Dios
desea y que deberá manifestarse en juzgar según derecho y en la defensa de la
causa del huérfano y del pobre”.
Referencias
Barnabas Ahern, C.P., Conoce la Biblia: Antiguo Testamento. Libros
de Jeremías y Baruc. Editorial SAL TERRAE, Santander – España, 1972.
Romeo Cavedo, Profetas Historia y teología del profetismo en el Antiguo
Testamento, Editorial San Pablo, Madrid- España, 1996.
J. Vella, La Sagrada Escritura, texto y comentario sobre el Antiguo
Testamento y Eclesiástico, Isaías, Jeremías, Ezequiel. Biblioteca de Autores
Cristianos, Madrid-España, 1970.
L. Alonso Schokel y J. L. Sicre Diaz, Profetas, Isaías y Jeremías. Ediciones
Cristiandad, Madrid-España, 1980.
ENCICLOPEDIA
DE LA BIBLIA, vol iv,
Ediciones Garriga, S.A, Barcelona, España, Editorial Éxito, 2edición, 1969.
L. Alonso Schokel, LA BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO, Bilbao, España, Ediciones Mensajero,
2010.
Ibidem, Cf. Barnabas Ahern