Malaquías
• Introducción
Para iniciar el estudio de este
libro de la Biblia es preciso aclarar que no hay que confundir las profecías de
Malaquías con las que se atribuyen al santo irlandés Malaquías O´Mongoir
(1094-1148), pues este trata en una lista de ciento once divisas de papas antes
del último, Pedro Romano, que presidirá una época de grandes tribulaciones, con
la destrucción de Roma y el fin del mundo .
Para el común estudio bíblico,
a Malaquías le tocó vivir una época de gran escepticismo, pues no se habían
cumplido las esperanzas suscitadas por Ageo y Zacarías para la reconstrucción
del templo. El desánimo se había apoderado del pueblo y renacían los antiguos
pecados en el culto y en la vida. La reacción de Malaquías es vigorosa.
Malaquías hace una afirmación,
los oyentes objetan o niegan la afirmación del profeta y éste vuelve a
justificar la afirmación inicial y saca sus consecuencias. Nuestro profeta
anónimo queriendo responder a los porqués de la gente desanimada, hace ver el
contraste entre la vida del presente y la antigua Ley del Deuteronomio, la Ley
de Dios.
A continuación, en el presente
trabajo se tendrá un breve acercamiento al autor o autores de Malaquías, tiempo
de composición, género literario, división del libro y algunas líneas
teológicas, con el objetivo de conocer someramente éste pequeño libro de la
Biblia, que se ubica específicamente del Antiguo Testamento, y que es
considerado uno de los doce profetas menores.
• Autor o autores
Por tradición se atribuye a
este libro el nombre de Malaquías, referido al término hebreo mal’aky que
significa “mi mensajero”. Lo que da a entender que su autor es anónimo, su
nombre conocido en un principio se encontraba en los versículos 3,1 que luego
pasaría a ser 1,1, y la interpretación de los LXX llegó a tomar ese nombre por
simple título del libro, pese a no ser nombrado en ninguna otra parte del
Antiguo Testamento. Otros consideraron como Bulmerincq que el mensajero era
Esdras pero el autor del libro un ayudante suyo. Pero lo cierto es que no se
sabe quién realmente lo escribió. Esta autoría no fue aceptada del todo, y
Targum llega a identificar a Esdras como autor, al igual que san Jerónimo por
contener este libro datos sobre la actividad de Esdras, pero se duda sea cierto
por la actitud que se refleja en su escrito ante los levitas.
• Tiempo de composición
La época de composición se
puede deducir por lo escrito en sus páginas, siendo posiblemente en el siglo V
a.C. en los años anteriores a la reforma de Nehemías y Esdras. Por tanto es
posible situarse en los años siguientes al 515 tiempo donde se consagra el
nuevo templo. Y la actuación del profeta anónimo pudo haberse dado entre los
años 480-450, sin excluir la época del 433-430.
Otra visión acerca de la fecha
de composición del libro de Malaquías es la que apunta a considerar como
posible año de redacción el 460 a.C., pues el Templo está restaurado y todavía
no se han producido las reformas religiosas de Nehemías-Esdras.
• Género literario
Lo característico de esta obra
es el uso del diálogo, refiriendo controversia con su auditorio, manteniendo
siempre en sus discusiones tres características: afirmación inicial del profeta
o de Dios a través de él, objeción de los oyentes, y el profeta justifica la afirmación
inicial y saca las consecuencias.
El determinante profético no
puede escapar al hacer la consideración sobre el género literario de Malaquías,
pues este libro termina anunciado la aparición del profeta Elías como precursor
del día del Señor, el cual será grande y terrible; esta creencia subsiste en
las oraciones y costumbres del judaísmo hasta hoy, y explica en su época que se
les preguntase a Juan Bautista y al mismo Jesús si ellos eran el profeta Elías
anunciado.
Este libro no presenta
problemas literarios de especial interés. La inmensa mayoría de los autores
coloca cronológicamente el libro en la primera mitad del siglo v, es decir,
entre Ageo-Zacarías y Esdras-Nehemías, entre el 520 y el 400; este período está
indicado, entre otras cosas, por el hecho de que el templo ya se ha erigido y
se practica allí el culto a pleno ritmo, porque en la vida de la comunidad
judía y en el ejercicio del culto se han señalado ciertas deficiencias que
serán duramente combatidas por Esdras y Nehemías y porque en este período se
encuadra bastante bien el contenido positivo del mensaje de Malaquías.
• División del libro
La mayoría de los autores
llegan a dividir el libro en seis secciones:
a) 1,2-5 se afirma el amor de Dios desde la comparación de suerte
de Jacob con la de Esaú.
b) 1,6-2,9 el reproche a los sacerdotes que ofrecían victimas de
poco valor.
c) 2,10-16 donde se tratan dos problemas: el de los matrimonios
mixtos y el del divorcio.
d) 2,17-3,5 se responde a quienes dudan de la retribución divina
indicando que el día del juicio se acerca. Siendo presente el hecho que los
pecadores triunfan y muchos invocan el día del Señor (3,13-21).
e) 3,6-12 se habla de las consecuencias de no pagar el diezmo y
primicias por parte de los israelitas, defraudando a Dios y justificando con
ello, las malas cosechas y plagas.
f) 3,13-21 se dirige a los arrogantes y escépticos que desconfían
de la retribución divina.
Siendo terminado el libro con
dos breves apéndices: el primero (3,22) sobre la observancia de la Ley, y el
segundo (3,23-24) sobre la venida de Elías, inspirado en los versículos 3,1.
Ahora bien, poco después de
Ageo y Zacarías, este profeta interviene para corregir varias costumbres malas
de la comunidad. Por medio de Malaquías, Yahvé discute con esos razonadores que
le piden cuentas y no reconocen su amor
Aborda unos seis temas y
problemas morales de su tiempo:
- El amor de Dios (cap. 1, 2-5)
- La justicia divina (cap. 2,
17ss)
- La retribución divina (cap.
2, 17; 3, 13-21)
- Las ofrendas (cap 1, 7-14)
- Los matrimonios mixtos y
divorcios (cap. 2, 10-16)
- Los diezmos (cap. 3, 6-12)
• Principales líneas teológicas
Este libro aborda problemas de
su época como el amor de Dios, justicia divina, retribución, ofrendas,
matrimonios mixtos, divorcio y diezmo. Además, es uno de los más citados en el
Nuevo Testamento al hablar del mensajero en 3,1 y 3,23s. Apareciendo citado por
Marcos (1,2), Lucas (1,17.76; 7,19.27), Juan (3,28). Siendo identificado el
mensajero con Juan Bautista. También en Romanos 9,13 es citado el libro de
Malaquías (1,2-3) para demostrar la libertad de Dios al amar a Jacob más que a
Esaú.
- Recuerda el amor de Dios,
puesto en duda en circunstancias de crisis, y también su justicia y la
retribución (1).
- Desde el punto de vista
práctico insiste en las ofrendas, matrimonios mixtos, divorcios (2).
- El día del Señor y los
diezmos (3).
El mensaje del último de los
profetas menores tiene un significado doble y denso que lo relaciona con los
anteriores: humildad delante de Dios, observancia escrupulosa de las normas de
culto, deber de mantener en toda su pureza la sangre de la raza hebrea, la
inminencia del "día del Señor". Tiene, además, la acentuación
mesiánico-escatológica que caracteriza a los demás profetas posteriores al
destierro, y que en Malaquías se manifiesta con más claridad. Quizá por eso
mismo, a pesar de su brevedad, en el NT se le llega a citar hasta doce veces; y
el concilio de Trento vio en un texto suyo ("En todo lugar se ofrece a mi
nombre un sacrificio desde oriente a occidente...": 1,11) la visión
profética del sacrificio mesiánico y de la misma eucaristía.
• Conclusión
Malaquías aparece en la Biblia
como el último de los profetas, pero lo que nosotros tomamos por nombre propio
es sólo un simple título, que significa «Mensajero del Señor ». Aparece en 3,1
y de ahí pasó a 1,1 para encabezar algunas profecías anónimas. El autor es
desconocido. Por algunos indicios del texto conjeturamos que es del s. V a.C.,
antes de la reforma de Esdras y Nehemías, entre el 480 y el 450 a.C. El templo está
reconstruido y el culto funciona (1,10.12s), sacerdotes y levitas están
organizados (2,3-9). Desanimado el pueblo al ver que las antiguas promesas
siguen sin cumplirse, cae en la apatía religiosa y en la desconfianza. Duda del
amor del Señor y de su interés por el pueblo, lo cual repercute en el culto y
en la ética. Es la impresión que nos deja el breve libro; pero no sabemos si
sus rasgos diseñan el cuadro completo.
En un estilo directo y amenazador
se enfrenta con los sacerdotes y levitas que degradan el culto al Señor en el
templo, con ofrendas miserables que delatan la falta de disposición interior y
la falsa relación que mantenían con Dios. Al igual que Ageo y el Cronista,
nuestro profeta ve en la purificación del culto del templo la fuerza espiritual
que devolvería la identidad a un pueblo pobre y sometido, y adelantaría la
futura restauración mesiánica. Es en ese futuro mesiánico donde Malaquías, o
una adición posterior, contempla un sacrificio puro ofrecido a Dios más allá de
Jerusalén y de de su templo: «en todo lugar me ofrecen sacrificios y ofrendas
puras, porque mi fama es grande en las naciones» (1,11). Los antiguos
cristianos y el Concilio de Trento lo entendieron como una profecía del sacrificio
eucarístico de Cristo.
• Referencias Bibliográficas
Geddes y Grosset, Enciclopedia
de la Biblia, Ediciones Robinbook, Madrid, España, 1999.
L. Alonso Schökel, La Biblia de
Nuestro Pueblo, Ediciones Mensajero, Bilbao, España, 2008.
L. Alonso Schökel y J. L. Sicre
Diaz. Profetas. Tomo II, Ezequiel, Doce Profetas menores Daniel, Baurc y Cartas
de Jeremias, Ediciones Cristiandad,
Madrid-España, 1980.
Miguel Bonilla, Estudio de la
Biblia, s/f www.icdcr.org
Nuevo Diccionario de Teología
Bíblica, Ediciones Paulinas, Madrid, España, 1990.
Romeo Cavedo, Profetas,
Historia y Teología del profetismo en el Antiguo Testamento, Madrid-España,
1996.
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