LIBROS
PROFÉTICOS
Podemos suponer tres etapas en la
formación de los libros:
a-
La tradición oral:
El interés por conservar y
transmitir los oráculos de los profetas era evidente. Surge entonces por la
iniciativa de un discípulo o por una comunidad. La tradición oral se ocupa de
agrupar la predicación por temas literarios: anuncios, narraciones poemas,
oraciones.
b-
La consignación por
escrito:
De lo más resaltante se toma
nota, tratando de conservarlo para la posteridad, se tiene entonces el ejemplo
de las “confesiones de Jeremías” o los “poemas de Isaías”.
c-
La redacción actual de
los Libros Proféticos:
Encarnación de la palabra
profética en una cultura, en una cultura y de allí a la vida de la comunidad.
Es necesario precisar que la
redacción de estos textos hubo de sufrir alteraciones propias de cultura, lugar
y circunstancias políticas y religiosas. Aunque el mensaje específico de un
profeta tenía significación en su momento, no deja de ser valioso en la
actualidad, pues como palabra inspirada por Dios, tiene vigencia perenne, pues
Dios no “ha hablado”, sino que Dios “habla” y lo hace desde siempre y para
todos.
P.A
García
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