Reflexiones sobre el libro: La Pascua de la Creación.
Escatología. Por Juan Luis Ruiz de La Peña[1].
LA CRISIS DE LA DOCTRINA TRADICIONAL
El tema de la retribución se ve aquí amenazado, pues con los
libros de Job y Eclesiastés la crisis se transforma en crítica devastadora, de
allí que la Escritura llegue a expresar “¿Hasta cuándo triunfarán los impío y
sufrirán los justos?”. Sin embargo, el salmista llega a buena conclusión, “los
que hacen la injusticia no son dignos de envidia, pues su felicidad aridece
como heno”. Al problema de la retribución encaja bien el prólogo y el epílogo
de Job, pero el poema en sí encierra la dificultad de comprender la desgracia
del justo, en conclusión, no hay injusticia sobre la tierra, sin embargo Job
está convencido de la justicia y bondad de Dios y su fe es pura, pues cree en
Dios por Dios mismo.
Si en Job vemos un poco de perseverancia, en Eclesiastés
todo se nos va cuesta abajo, pues “vanidad de vanidades, todo es vanidad”, y
esta vanidad es la ausencia de valores que convierte la vida en algo sin
sentido, y con la ausencia de retribución el corazón del hombre se llena se
maldad.
Tomando en cuenta los libros de Job y Eclesiastés es
menesteroso hacernos las interrogantes planteadas en el texto de estudio:
¿Pueden los valores inmanentes –la vida, la riqueza, el honor, el placer- dar
sentido a la existencia humana? ¿No ocurrirá que la búsqueda de sentido fracasa
cuando se circunscribe a la esfera puramente intramundana?
De allí que ahora nos interesa abrirnos a una esperanza con
dimensión trascendente, pues este mundo no da todas las posibles respuestas,
cosa que sí encuentra el hombre únicamente en Dios su creador. También sería
propicio resaltar que es justamente la realidad de Dios lo que hace del mal y
de la injusticia un escándalo insoportable para el creyente, pues la
incomprensibilidad de Dios y del mundo y de la existencia no infiere
necesariamente su negación.
Finalmente toda la disquisición planteada desde Job y Eclesiastés
vienen a ser la única consecuencia de una seria experiencia de Dios, por lo que
se deduzca que el alma creyente ha de cuestionarse más por Dios y su justicia
que el no creyente, pues por la fe se espera en aquello que no se puede ver.
P.A
García
[1] Juan
Luis Ruiz De La Peña, La Pascua de la Creación,
Escatología, Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), Madrid, 1996. ISBN:
84-7914-261-8
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