viernes, 23 de marzo de 2018

La Conferencia Episcopal Venezolana, su Presidencia, ante la realidad venezolana.

OBISPOS VENEZOLANOS
         La presencia de la Iglesia Católica en la mayoría de los países del mundo hace necesaria la conformación de un grupo de Obispos Católicos que, para promover el bien de las Iglesias particulares, se reúnan en “conferencia” con periodicidad y así debatir líneas pastorales en favor del rebaño que les ha sido encomendado. En Venezuela es en 1904 cuando los Prelados se reúnen por primera vez, a pesar de que ya había Obispos en el país desde la época colonial; en esta primera “conferencia” se tiene como resultado la “Instrucción Pastoral”,  génesis de las publicaciones de este organismo eclesial, pero no es sino hasta 1973 cuando formalmente se habla de Conferencia Episcopal Venezolana, fecha en la cual se aprueban los estatutos que la regirán como institución. Al fundarse formalmente la CEV estuvo conformada por un Cardenal, seis Arzobispos y veinticinco Obispos de todo el territorio nacional.

         En nuestro país, la Conferencia Episcopal Venezolana, al ser “una institución de carácter permanente, asocia a los Obispos de la República para ejercer unidos algunas funciones pastorales respecto a los fieles de su territorio y promover, conforme a la norma del derecho el mayor bien que la Iglesia proporciona a los hombres sobre todo mediante formas y modos de apostolado convenientemente acomodados a las circunstancias de tiempo y lugar”.

         En cumplimiento de esta misión, los obispos venezolanos han sido una lumbrera en medio de tanta oscuridad. Es por eso que, a pesar de ser una institución intachable como lo es la misma Iglesia Católica, la Conferencia Episcopal Venezolana ha sido víctima de comentarios deméritos por parte de los entes gubernamentales, pues, éstos, sabedores de sus malas actitudes en el ejercicio del cargo para los cuales han sido electos por el pueblo, se comportan de la manera más lejana a la necesidad de la misma población, y es en ese momento cuando los Pastores del catolicismo venezolano alzan su voz para anunciar y denunciar lo que está afectando la misma dignidad de los hombres de esta nación. En palabras del Cardenal Baltazar Porras Cardozo, Arzobispo Metropolitano de Mérida, nunca en la historia de Venezuela los obispos habían tenido tanta reyerta con el Gobierno de turno como en los tiempos actuales, tal vez esto se deba a que quienes nos gobiernas son menos tolerantes a las críticas o llamadas de atención, empeñados en ejecutar unas políticas de las que es evidente su fracaso total.

         En todo este panorama, la Conferencia Episcopal Venezolana, en su CIX Asamblea Ordinaria Plenaria eligió a la nueva directiva, quienes estarán en funciones a partir de este año 2018 hasta el 2021, un trienio que se caracteriza por estar sumergido en la peor de las crisis de la historia venezolana. La Presidencia le correspondió al trujillano Excmo. Mons. José Luis Azuaje Ayala, Obispo de Barinas, el Primer Vicepresidente es el caraqueño Excmo. Mons. Mario del Valle Moronta Rodríguez, Obispo de San Cristóbal, el Segundo Vicepresidente es el caraqueño Excmo. Mons. Raúl Biord Castillo, Obispo de La Guaira, y como Secretario General fue electo el merideño Excmo. Mons. José Trinidad Fernández Angulo, Obispo Auxiliar de Caracas. Además, junto a este equipo de obispos, se suman a la Presidencia de Honor los Señores Cardenales Jorge Liberato Urosa Savino, Arzobispo de Caracas, y Baltazar Enrique Porras Cardozo, Arzobispo de Mérida, quienes en compañía del Señor Nuncio Apostólico de Su Santidad en Venezuela, el Excmo. Mons. Aldo Giordano, hacen de puentes directos entre el Santo Padre Francisco y la realidad política, social, cultural y religiosa venezolana.

Todos ellos son hombres comprometidos con su misión evangelizadora, ejercerán con la mayor firmeza, pues son conscientes de que aún en medio de unos días tan convulsionados, la Iglesia Católica debe ser portadora de un mensaje de esperanza y caridad, a pesar de que los días oscurecen cada vez más. La colegialidad de los Pastores de la Iglesia es cosa loable, pues en conjunto reflexionan mejor sobre cómo orientar a sus ovejas tan confundidas y heridas.  La voz de los obispos es muy clara y siempre será escuchada y bien recibida por la inmensa mayoría del pueblo venezolano.

P.A
García

No hay comentarios:

Publicar un comentario